Los 5 beneficios del aceite de oliva para la salud

No es ningún secreto que el aceite de oliva es conocido por sus beneficios para la salud. Estudios contrastados indican que los patrones de dieta con una mayor ingesta de aceite de oliva, están asociados a un menor riesgo de muerte o problemas cardiovasculares derivados.

En este post, queremos darte a conocer, cuales son los beneficios del aceite de oliva para llevar una vida sana y equilibrada.

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Enfermedad cardiovascular

Tal y como hemos mencionado al comienzo de este artículo, uno de los beneficios del aceite de oliva es su propiedad protectora frente a las enfermedades del corazón. En el año 2004, la administración de alimentos y medicamentos de los Estados Unidos (FDA), concluyó que ingerir aproximadamente 2 cucharadas de aceite de oliva diariamente, reduce el riesgo de enfermedad coronaria, debido a la grasa mono insaturada presente en el mismo. Pero…¿Cómo logra este efecto el aceite de oliva? Para ello, se debe sustituir a una cantidad similar de grasa saturada y a su vez, no aumentar el número total de calorías ingeridas a lo largo del día.

Podemos decir que muy pocos alimentos que contienen aceite de oliva son etiquetados como óptimos para la salud. Estos incluyen productos que contienen aceite de oliva puro, aderezos para ensaladas, margarinas, y ciertos alimentos como salsas y panes horneados que contienen aceite de oliva.

El aceite de oliva, puede tener un papel crucial en la prevención y tratamiento de la hipertensión (presión arterial alta). Según un estudio realizado en hombres con enfermedad coronaria, se contrastó que el aceite de oliva virgen y el aceite de oliva refinado, rico en compuestos fenólicos, demostró tener propiedades antioxidantes a la vez que reducían la presión arterial en estos pacientes.

También se ha demostrado que una dieta basada en aceite de oliva, mejora el colesterol en la sangre. Si se compara con otros productos como la mantequilla, el aceite de oliva reduce el colesterol total y la lipoproteína de baja densidad (LDL), lo que implica una disminución del riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.

Diabetes y síndrome metabólico

El consumo de aceite de oliva puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2 . El suministro de aceite de oliva extra virgen a adultos con alto riesgo de enfermedad cardiovascular redujo el riesgo de diabetes tipo 2 en un 40% en sólo 4 años.

Un estudio poblacional en España mostró que aquellos que consumían aceite de oliva en comparación con quienes consumían aceite de girasol tenían menos riesgo de alteración de la regulación de la glucosa (Soriguer et al. 2013), una condición que a menudo conduce al desarrollo de diabetes tipo 2.

Prevención del cáncer

Los estudios científicos arrojan evidencias existentes entre la relación de la ingesta de aceite de oliva y la prevención contra el cáncer. Concretamente, las personas con un consumo de aceite de oliva regular y en mayor cantidad tienen menor riesgo de contraer cualquier tipo de cáncer en relación con aquellas personas que tienen un consumo más bajo. Por otra parte, tomar aceite de oliva puede disminuir el riesgo de contraer cáncer de mama para las mujeres y, los cánceres del sistema digestivo, tales como orales, faríngeos y esofágicos (cáncer de garganta), y es ligeramente eficiente contra el cáncer de cólon.

Al parecer, no existe una relación entre el consumo de aceite de oliva y el riesgo de cáncer de próstata, pulmón y ovario, pero puede haber un efecto extra de protección de aquellas personas que toman aceite de oliva ante el riesgo de padecer cáncer laríngeo y estomacal.

Inflamación

Entendemos por inflamación como la respuesta beneficiosa del cuerpo frente a un tejido que se ha visto lesionado. Por otra parte, las inflamaciones crónicas contribuyen al desarrollo de otras enfermedades infecciosas como son los trastornos cardiovasculares.

Un indicador de inflamación comúnmente usado es la proteína C-reactiva o PCR en la sangre. En una revisión de 30 estudios que examinó el efecto del aceite de oliva sobre los marcadores de inflamación, el aceite de oliva mostró un efecto favorable sobre los niveles de PCR (Schwingshackl, Christoph y Hoffmann 2015).

En pacientes con cardiopatía coronaria, 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen disminuyeron los niveles de PCR en comparación con el aceite de oliva refinado. Además, en personas con VIH, el consumo diario de aproximadamente 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen redujo los niveles de PCR.

Conclusión

La sustitución del aceite de oliva por otras grasas y aceites de menor calidad y refinamiento, en particular por aceite de oliva virgen extra, es un gran paso hacia una salud larga y duradera. El aceite de oliva es un gran aliado a la hora de combatir enfermedades crónicas tan perjudiciales para el ser humano como son los derrames cerebrales el cáncer o la diabetes, entre otros.

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